Messina, la ciudad más cara de la Italia, con el record en número de desempleados, la ciudad olvidada, la ciudad que se ahoga poco a poco en el estrecho, como mi despedida, que ya empieza a tomar forma. Messina de glorioso pasado, alojamiento de almas itinerantes y aventureras desde la Antigua Grecia, desde las Cruzadas a la unificación, del grito de la tierra a las incursiones del mar. Aquí los días van perdiendo una razón de ser. Te sussurran que no sería mala idea coger la próxima ráfaga de viento, que no es tan mala idea mirar para otro lado, con la espalda llena de nuevas experiencias.
Creo que estoy preparado para otros retos, para otros sueños, para seguir mi camino hacía las entrañas del mundo, de mí mismo. Creo que ahora podré utilizar mi voz y usar la palabra, sintiéndome digno. África, Asia, Sudamérica, quizá algún día amanezco en todos esos lugares para sentirme digno de tener dos manos.
Es un hecho que dentro de diez años la tierra se volverá loca, impredecible. Y los que mandan sólo piensan en su nuevo deportivo, un nuevo rancho en el corazón de Texas, en follarse a su amante de veinte años cada fin de semana, sentarse en el despacho y sentirse hombres importantes, decisivos. El destino del mundo, dicen, está en manos de Dios. Es increíble lo fácil que es lavarse las manos.
Es un hecho que desde que el hombre es hombre mucha gente se muere sólo para que otros se sientan saciados y orgullosos, importantes, viciados. Durante toda mi vida he pensado que no se puede cambiar el mundo, aún hoy lo sigo pensando.
Yo no soy padre y siempre me reservo de opinar sobre este hecho. Me gustaría serlo algún día. Mi ahijado Samuel ha nacido hace pocos meses y desde entonces siento un cosquilleo en el estómago y cuando no estoy haciéndo algo útil me siento incómodo. No dejo de pensar: ¿Se merece pensar que no es libre de elegir su propio futuro?.
Yo creo que en lugar de culpar a otros de haber cometido errores, en el pasado, es necesario callarse y hacer algo, por poco que sea, en favor del futuro. Si ya te sientes bien con separar la basura o apagar la tv y el dvd cuando te vas de casa o intentas no malgastar el agua, yo te declaro mi admiración. Yo creía que estas cosas que están tan de moda en favor del mantenimiento del medio ambiente no sirven más que para hacernos sentir menos culpables de lo que ocurra en el futuro, que el cambio drástico y efectivo está en manos de hombres de poder. Aún hoy lo sigo creyendo. Si alguién se cae y le tiendes la mano, serás digno de respeto. Hay gente que es amable y solidaria por que se siente bien consigo misma. Algunos dicen que es sólo una penosa forma de egoísmo. Si algo bueno se hace ¿qué importa la razón?, al menos algo se ha hecho de bueno.
Se ha despertado en mí una gran necesidad de sentirme cercano a la gente, de entender en profundidad y mediante mi propia experiencia y la de los otros que es lo que va mal.
Existen reglas en el mundo que por evidentes se olvidan. ¿Recordáis como eran los días en vuestra infancia?. Todos tenemos grabado en la mente el ambiente que se respiraba en la infancia, si hacía sol, si la estaciones eran discernibles. A veces los cambios más profundos pasan inadvertidos cuando se dilatan en el tiempo. La masa de población que se desplaza hacía los países superdesarrollados, la mutación de una enfermedad, los temporales, la duración de los veranos, el hambre.
He pasado demasiado tiempo pensando en cómo son las cosas, he pasado mucho tiempo comportándome como un crío. Mis padres dirán que siempre he sido un chico responsable y demasiado maduro para mi edad. Aún así no dejo de sentir que he perdido mucho tiempo pensando en la mejor forma de aprovecharlo, irónico ¿no?.
Siento que debo ayudar y no me importa a quién ni donde, simplemente ayudar, aunque las cosas no cambien.
Quizá estamos recuperando la Historia, después de mucho tiempo comienza a girar la rueda del tiempo, sumergida en los discos que nadie compra, los libros que no se publican, las voces que en lugar de gritar susurran. Algo está pasando.
África, Asia, Sudamérica, el mundo, yo me ensuciaré las manos a cualquier costo, ¿y tú, qué piensas hacer con tu vida?. Seguramente no cambiará nada, pero...
Si sientes que algo no cuadra habla. Seguro que mucha gente no sólo te escuchará sino que es probable que esté de acuerdo con lo que piensas. Si de verdad me has escuchado ponte en contacto conmigo.
Creo que estoy preparado para otros retos, para otros sueños, para seguir mi camino hacía las entrañas del mundo, de mí mismo. Creo que ahora podré utilizar mi voz y usar la palabra, sintiéndome digno. África, Asia, Sudamérica, quizá algún día amanezco en todos esos lugares para sentirme digno de tener dos manos.
Es un hecho que dentro de diez años la tierra se volverá loca, impredecible. Y los que mandan sólo piensan en su nuevo deportivo, un nuevo rancho en el corazón de Texas, en follarse a su amante de veinte años cada fin de semana, sentarse en el despacho y sentirse hombres importantes, decisivos. El destino del mundo, dicen, está en manos de Dios. Es increíble lo fácil que es lavarse las manos.
Es un hecho que desde que el hombre es hombre mucha gente se muere sólo para que otros se sientan saciados y orgullosos, importantes, viciados. Durante toda mi vida he pensado que no se puede cambiar el mundo, aún hoy lo sigo pensando.
Yo no soy padre y siempre me reservo de opinar sobre este hecho. Me gustaría serlo algún día. Mi ahijado Samuel ha nacido hace pocos meses y desde entonces siento un cosquilleo en el estómago y cuando no estoy haciéndo algo útil me siento incómodo. No dejo de pensar: ¿Se merece pensar que no es libre de elegir su propio futuro?.
Yo creo que en lugar de culpar a otros de haber cometido errores, en el pasado, es necesario callarse y hacer algo, por poco que sea, en favor del futuro. Si ya te sientes bien con separar la basura o apagar la tv y el dvd cuando te vas de casa o intentas no malgastar el agua, yo te declaro mi admiración. Yo creía que estas cosas que están tan de moda en favor del mantenimiento del medio ambiente no sirven más que para hacernos sentir menos culpables de lo que ocurra en el futuro, que el cambio drástico y efectivo está en manos de hombres de poder. Aún hoy lo sigo creyendo. Si alguién se cae y le tiendes la mano, serás digno de respeto. Hay gente que es amable y solidaria por que se siente bien consigo misma. Algunos dicen que es sólo una penosa forma de egoísmo. Si algo bueno se hace ¿qué importa la razón?, al menos algo se ha hecho de bueno.
Se ha despertado en mí una gran necesidad de sentirme cercano a la gente, de entender en profundidad y mediante mi propia experiencia y la de los otros que es lo que va mal.
Existen reglas en el mundo que por evidentes se olvidan. ¿Recordáis como eran los días en vuestra infancia?. Todos tenemos grabado en la mente el ambiente que se respiraba en la infancia, si hacía sol, si la estaciones eran discernibles. A veces los cambios más profundos pasan inadvertidos cuando se dilatan en el tiempo. La masa de población que se desplaza hacía los países superdesarrollados, la mutación de una enfermedad, los temporales, la duración de los veranos, el hambre.
He pasado demasiado tiempo pensando en cómo son las cosas, he pasado mucho tiempo comportándome como un crío. Mis padres dirán que siempre he sido un chico responsable y demasiado maduro para mi edad. Aún así no dejo de sentir que he perdido mucho tiempo pensando en la mejor forma de aprovecharlo, irónico ¿no?.
Siento que debo ayudar y no me importa a quién ni donde, simplemente ayudar, aunque las cosas no cambien.
Quizá estamos recuperando la Historia, después de mucho tiempo comienza a girar la rueda del tiempo, sumergida en los discos que nadie compra, los libros que no se publican, las voces que en lugar de gritar susurran. Algo está pasando.
África, Asia, Sudamérica, el mundo, yo me ensuciaré las manos a cualquier costo, ¿y tú, qué piensas hacer con tu vida?. Seguramente no cambiará nada, pero...
Si sientes que algo no cuadra habla. Seguro que mucha gente no sólo te escuchará sino que es probable que esté de acuerdo con lo que piensas. Si de verdad me has escuchado ponte en contacto conmigo.
A mi amiga Olalla que siempre ha sido objeto de mi excepticismo