De las miles de cosas que nos separan a europeos y americanos una de ellas es la gran afición yanki por crear mezclas imposibles entre conceptos y estilos de vida aparentemente dispares. Un ejemplo es unir el cristianismo y el skate para crear una nueva doctrina. Por que cuando estás volando sobre una tabla y cuatro diminutas ruedas bajos tus pies debes encomendarte a Dios para no pegarte la leche de tu vida.
Un diseñador ateo sólo reseñaría esto debido a la calidad de los vídeos promocionales.
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