Esta reunión familiar en mi honor ha estado cargada de todo lo que me gusta de este tipo de acontecimientos. Mucha comida, demasiada comida, y sobretodo buen humor alrededor de la mesa. Nadie estaba triste todo el mundo se ha reído, conversado y ha disfrutado de este día juntos, algo muy propio de mi familia, saben responder como nadie en los malos momentos pero también disfrutan al máximo de los buenos, algo que nunca hay que descuidar en esta vida porque si no ¿qué sentido tendría?.
la última cena |