22 dicembre 2007
Quedan pocos dìas para Navidad y todo se tranquiliza en nuestro apartamento. Los estudiantes han dejado la ciudad para pasar estos dìas con su familias y festejar con los amigos de la infancia el nuevo ano. Hace un frìo horroroso, la temperatura en la isla es un carrusel, en un segundo bajan cinco o seis grados y sientes como la humedad te hiela el cuerpo. Especialmente a nosotros que aùn no tenemos calefacciòn ni agua caliente. La melancolìa siempre nos recuerda que estamos en el corazòn del invierno aùn, en el mediterraneo, con esa imagen de templada calidez que se ve en las postales. Manana cojerè el ferry y dejarè la isla unos dìas para volver a Italia. Debo reconocer que este lugar me ha creado dependencia, me sentirè un poco indefenso fuera de este trozo de tierra que se balancea en el mar.