Habia prometido una resena de Barcelona Mar. La verdad es que me agradò mucho porque, tanto los dependientes como el dueno Michelle son gente muy amable y acogedora. El hostal es muy limpio y agradable. Las ùnicas pegas son la localizaciòn, en el Raval un barrio muy marginal y que los adolescentes que suelen ocupar estos hostales son muy ruidoso y es complicado encontrar tranquilidad. De todas formas me voy con una muy buena impresiòn.